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16/01/2013 -
POR SILVINA FRANA,
Diputada Provincial MC
Por
distintos motivos comencé a viajar todos los días hacia algunas localidades de
la costa y pude comprobar lo que padecen día a día los ciudadanos, mientras en
sus viajes observan con impotencia los carteles de una obra que no existe
En la
provincia de Santa Fe, hay un área en pleno desarrollo que se encuentra
totalmente olvidada por el gobierno socialista-radical, área que día a día
exhibe un crecimiento exponencial en cantidad de habitantes como así también en
comercios y emprendimientos. Me refiero al corredor de la ruta 1, más
precisamente en el sector que comprende entre su comienzo en Colastiné Norte y
la comuna de Arroyo Leyes, no siendo menos importante hacia el Norte.
Es
imposible negar que esta vía deba ser readecuada a los cambios demográficos y a
los aumentos del flujo vehicular que posee. Sin embargo, el gobierno del Frente
Progresista ha demostrado desde el momento en que llevan adelante la
administración pública, que este no es un tema que le preocupe o en el cuál
interese invertir, hecho reconocido explícitamente por el ex gobernador Binner
en un sincericidio sobre el final de su mandato que expresaba que la obra de
dicha ruta no era prioritaria.
Recordemos
que hacia fines del 2007 esta obra se había puesto en marcha, producto de una
adjudicación realizada durante la gestión del Ingeniero Jorge Obeid. Con el
cambio de gobierno la obra se paralizó con el argumento; hoy evidentemente
falso, de querer modificar el proyecto. Tan es así que recién en febrero de
2009 comenzaron las negociaciones para recalcular el costo del nuevo proyecto,
las cuales concluyeron el 1 de Abril de 2009 al anunciarse que no se llegó a un
acuerdo y por lo tanto se realizaría una nueva licitación.
El 3 de
mayo de 2011, y luego de MAS DE 2 AÑOS sin
novedades sobre el estado del proyecto, se anunció su
próxima licitación durante la apertura de las sesiones ordinarias del
Parlamento Provincial, sin especificación de tiempos concretos. La aparición de
este nuevo anuncio mediático del ex gobernador Binner tuvo una premisa lógica,
ilusionar a los ciudadanos en tiempos previos a las elecciones en las que se
ponía en juego la continuidad del Frente Progresista Cívico y Social.
Sin
embargo, dos semanas antes de las elecciones provinciales del 22 de Julio, el
“anuncio” no fue acompañado por fechas concretas. Y como si estas promesas
incumplidas y sin fechas fuera poco, días más tarde y por decreto del
gobernador Binner, se redujo en 10% la partida anual presupuestada para la
ejecución de la Ruta 1.
No
obstante y para concluir que la obra no era prioritaria para el Frente
Progresista, en una reunión del arquitecto Storero (entonces Ministro de Obras
Públicas) con funcionarios de Vialidad Provincial se fabricaron los nuevos
argumentos para suspender el trámite. Pero frente al reclamo de los vecinos
autoconvocados, el Gobernador Hermes Binner declaro: “no se puede gastar 170
millones de pesos para hacer 6,5 kms”[1].
En una confusa explicación brindada a la redacción del tradicional vespertino
santafesino, el ex gobernador socialista insistió en que es un monto desmedido
para una obra que no se adecua dentro de un “master plan” que abarca las
provincias de Santa Fe, Entre Ríos y al gobierno Nacional.
Entonces
si intentamos releer las declaraciones, ¿se proyectó algo que según Binner no
estaba pensado? Increíblemente en julio, y repito, dos semanas antes de las
elecciones provinciales (cualquier coincidencia NO es casual) el candidato a
Gobernador del Frente Progresista y Social, por ese entonces el Ministro de
Gobierno Antonio Bonfatti, anunciaba con bombos y platillos la licitación de la
ruta para el mes de agosto, pero que ahora contaba con un presupuesto 4 veces
mayor al anterior e incluiría obras hídricas complementarias, dos colectoras
pavimentadas y el corrimiento de todas las líneas de servicios.
Pero en
Septiembre de 2011, se escribe un nuevo capítulo de desencanto y desilusiones
para los vecinos, al observar nuevamente reducido a la mitad el proyecto y
presupuesto que había sido anunciado estridentemente meses atrás, pasando de
170 millones de pesos a menos de 90 millones en el nuevo proyecto, con
reducción de obras importantes para la gente, lo que condujo a un nuevo
bocinazo y reclamos de los vecinos. Tras la manifestación se logró que el 14
del mismo mes se llevara a cabo la apertura de sobres, con la sorpresa que
todas las ofertas estaban por lo menos un 20% por encima del precio del
concurso.
Durante
el mes de Diciembre del mismo año, el ministro de Obras Públicas, Hugo Storero,
confirmaba que se estaban analizando las propuestas de 3 empresas. Las tres
mejores ofertas originales fueron de Green ($ 111.825.408,01); de la Unión
Transitoria de Empresas (UTE) integrada por Rovella Carranza, Petersen Thiele y
Cruz ($ 110.630.956,1); y de la UTE conformada por Alquimac, Luis Lossi y Ponce
Construcciones ($ 106.073.263,09). Sin embargo, no conforme con las mismas, se
le pidió una reducción del presupuesto a las tres, con respuesta favorable. Y
una vez recibida estas rebajas, Storero dejó librado al criterio de su sucesor
en la cartera de Obras Públicas la decisión acerca de quién debería ser la empresa
que lleve a cabo el proyecto.
Finalmente,
luego de tantas idas y vueltas, la obra quedó adjudicada a la UTE conformada
por Alquimac, Luis Lossi y Ponce Construcciones, la cual presupuestó la obra
por un monto de $106.073.263,09 (la misma empresa que estaba construyendo la
ruta en el 2007).
De esta
forma, llegamos al año 2012, y luego de más de 4 meses sin observar si quiera
un solo avance en el estado de obras, los vecinos se volvieron a convocar el 22
de abril para dialogar acerca de lo que ya se había convertido en una
problemática. La respuesta fue un nuevo anuncio engañoso del administrador de
la Dirección Provincial de Vialidad, Juan José Bertero, que indicaba el inicio
de las obras hacia fines del mes de Mayo.
Frente a
la “no obra”, los vecinos se volvieron a autoconvocar y recibieron como
respuesta una “conferencia de prensa” sin información precisa, del Director de
Vialidad diciendo que la obra ya iba a comenzar.
Actualmente,
y ya pasados 5 años -con anuncios, recortes presupuestarios y paralizaciones-
los vecinos siguen esperando la obra, con todos los inconvenientes que esto
acarrea.
Y quedará
para otro capítulo el tema de la “luz” en la costa, porque merece un escrito
propio, más aún en tiempos en que este gobierno está por generar un nuevo incremento
tarifario. Esperemos que no sea como hasta ahora “a mayor aumento, mayores los
cortes de energía”.
Concluyo,
tal y como lo expresé en más de una oportunidad, el gobierno del Frente
Progresista, Cívico y Social se mueve a espaldas de los ciudadanos, esperando
siempre momentos “oportunos” para realizar anuncios nunca concretados, jugando
con la necesidad de las personas y el desarrollo de una provincia que una vez
fue próspera e invencible como Santa Fe.